Con motivo del 26º Aniversario de Sonic, nuestra amiga Blanca Alfaro nos ha mandado un relato que ya fue premiado en Fanfiction. Espero que lo disfruten y comenten su obra, siempre es de agradecer saber su opinión. Pueden animarse ustedes también enviando todo lo que quieran a los viernes fans. Les deseo que tengan un buen fin de semana.
Saludos, Rinoa83.
PRÍNCIPE VALEROSO, HÉROE LLAMEANTE
-Chuck, sabes que es riesgoso mantener a un niño cerca del movimiento. El santuario es su mejor opción.
-No
ha conocido otra cosa que el campo, sus padres y yo- dijo acariciando
suavemente las púas de su sobrino, dormido en el sofá de la guarida- Por
favor, yo me haré cargo.
-Espero que sepas lo que haces…
Un
año había pasado desde lo ocurrido en el bosque. El pequeño Sonic había
tenido una vida de semi reclusión desde que el tío Chuck quedara como
su guardián.
Siendo un miembro joven de los Defensores de la Libertad, al lado del sabio erizo aprendía cosas básicas y carentes de
emoción; nada acordes a sus habilidades superiores. Sin embargo, esto no
molestaba al chico, ya que a espaldas de todos tomaba algunos riesgos y
realizaba expediciones hacia los bastiones del doctor Robotnik, con la
esperanza de hallar a los padres que tan sorpresivamente le fueron
arrebatados, sin éxito.
Pero, nada lo prepararía para lo que estaba a punto de enfrentar.
Había
llegado a una fundidora a las afueras de Robotropolis, donde según los
informes enviados a su tío, el dictador enviaba a los que eran acusados
de conspiradores, o atentaban en contra de su imperio para la inmediata
robotización. Nada extraño, pero lo que llamó su atención fueron los
prisioneros de aquella ocasión: niños, sorprendidos in fraganti dentro
de la fortaleza principal cometiendo robos a su equipo de investigación.
Según inteligencia, era la iniciación común para los miembros
jóvenes de la "Cofradía de ladrones", el sindicato clandestino, pero con
gran influencia en el bajo mundo de Mobius desde incluso antes del Régimen. Resistencia había buscado una alianza con ellos, conocedores de
la capacidad y alcance de sus recursos, pero siendo criminales, su
único interés era el dinero, por lo tanto estarían del lado del que
ofreciera más.
Esto no era relevante para nuestro amigo, su único
pensamiento era que se trataban de jóvenes como él y temiendo que la
historia se repitiera, había decidido enfrentarlo todo de manera
directa, no era momento de mantenerse oculto, era la hora de demostrar
su valía como un verdadero luchador.
El arribo de los prisioneros
fue a las 9 Pm. Sonic se encontraba en la plataforma de aterrizaje,
aquellas fugas le habían permitido conocer la mayoría de la estructura
de seguridad y los movimientos de la guardia, así que en sus términos,
seria sencillo el rescate.
Esperó en la zona de carga la llegada
de la nave, la cual como indicaba el protocolo, una vez aterrizó, llevó a
los condenados hacia su ejecución. Alrededor de 12 chicos, muchos de la
edad de nuestro héroe, fueron conducidos a puntapiés y empujones hacia
la zona de arresto.
Sin perder el tiempo, Sonic se deslizó con
gran cautela valiéndose de su velocidad para eludir la visión de los
robots y cámaras de seguridad, cosa que había aprendido en sus
excursiones:
-To easy, piece of cake!- dijo con gran soberbia y entusiasmo.
-¡No vuelvas a tocarla, maldita chatarra!- un grito desde el pasillo lo alertó.
-¡Alto, estoy bien!- se escuchó a alguien más.
En
segundos, observó la escena desde su escondite: uno de los prisioneros,
había golpeado a un robo guardia con algo como una baqueta de tambor en
la cabeza, al notar a otro en el suelo, una niña al parecer, imaginó
que sólo intentaba protegerla; aunque no pudo reconocerlos físicamente ,
ya que el grupo tenía los rostros cubiertos, seguramente como
precaución.
-Tenemos a una rata rebelde- un robot de vigilancia
cuyo monitor mostró la imagen descarada de Robotnik, se puso frente al
revoltoso- esfuerzo inútil considerando tu posición.
- No me interesa Ro-butt-nik, no me arrepiento…"ladrón que roba a ladrón"- respondió sin freno.
-Ro-butt-nik…jejeje, muy bueno- murmuró el erizo azul.
- Entonces, acepten su castigo por desafiar al Estado, pequeñas basuras- continúo Robotnik- guardias: continúen el traslado.
-Afirmativo- contestaron al unísono, para proseguir maltratando a los niños.
- Se está poniendo serio, mejor me apresuro.
Después
de 300 metros más, llegaron a una bifurcación. Una galería que no había
visto antes en bases similares, seguramente hecha especialmente para
proteger el Robotizador de ataques futuros. La vigilancia era 20 veces
más severa que en algún otro punto, pero retroceder no era opción… en
poco tiempo sería demasiado tarde.
Cuando el grupo traspasó la
puerta principal de la galería, fue el momento de iniciar la ofensiva.
Corriendo a súper velocidad, rodeó a los robots para llamar su atención,
alertando a todos e iniciando una ráfaga demoníaca de rayos láser
tratando de derribar al intruso sin éxito, al ser un blanco en
movimiento, solían dispararse a ellos por accidente, eliminándose
mutuamente:
-Jajá, sabía que sólo eran un montón de porquería-
Sonic alardeaba con gran confianza, lo que hizo que no se diera cuenta
de que uno de los mismos contaba con un rayo tractor, que al disparar
dio justo en el blanco, reteniéndolo en el suelo sin poder moverse.
-¡No
puede ser!- el pequeño forcejeaba tratando de liberarse sin resultado,
el resto de robots en pie apuntaron, estaba completamente rodeado y a su
merced.
El miedo se apoderó por primera vez. Su inexperiencia lo
había comprometido, al verse superado en esta mano, los recuerdos
golpearon de manera brutal; experimentando tan vívidamente el momento en que el Imperio destruyera todo lo amado para él. Lágrimas de frustración asomaron como aquel día. En ese instante, una esfera, bastante peculiar operada a control remoto, rodó justo entre Sonic y los guardias:
-Eso es…
El
estallido ocurrió en un instante, la onda que liberó causó un cortocircuito en los robots cercanos al niño, inutilizándolos.
-¡Sonic, agáchate!- alguien familiar gritó su nombre.
-¿Tío Chuck?
No
hubo tiempo para contestar, los robots sobrevivientes se acercaban, el
erizo desde una plataforma cercana desplegó un gran rifle láser y
disparó con gran puntería, acabando así con las amenazas. Al cesar el peligro, Chuck bajó para observar furioso al muchacho:
-Tío, yo…
Una bofetada inesperada lo hizo callar.
-¿Acaso
piensas desperdiciar el sacrificio de tus padres de un modo tan
estúpido? ¿Supones que te alejaron del peligro para que hicieras esto? No es un juego Sonic. No estás listo y no trates de hacerte el valiente.
En ese momento, fue tan claro…Chuck le recordó de la manera más
dura su decisión. Tenía un poder fuera de lo común, no era un ser
indefenso, sus padres sin contar con algo así, habían conseguido
salvarle. ¿Por qué temer, mantenerse al margen?
Ese era su
propósito, combatir por quien no podía. No sería más un observador,
oculto tras la seguridad de los rebeldes, su lugar era en la acción y
daría todo para pelear al lado de su gente, por la libertad de aquellos
como él:
-¡¿Y cuándo estaré listo?! ¡¿Quedándome en casa
aprendiendo tonterías mientras ese loco humilla y arranca vidas
inocentes sin hacer algo?!- encaró con ira, reteniendo las lágrimas- me
tratarás como un niño después, hay trabajo- salió disparado, dejando a
Chuck confuso y sorprendido.
Sin retroceder, atravesó la puerta
reforzada de un solo golpe, el asombro del tío no tenía límite. En ese
momento, observó un lado jamás visto: el travieso, arrogante y sarcástico
erizo había dado paso a un valiente, generoso, un líder real…algo que
parecía ser natural en él, como si siempre hubiera estado ahí.
En
cuestión de segundos llegó con el grupo, que pasaba por el centro de la
fábrica de fundición, donde los enormes cuencos de metal candente eran
contenidos para su proceso:
-¡Bien, cabezas de cubeta, hora de caer!
-¡Alerta! ¡Intruso! ¡Habrán fuego!
Valiéndose
de la estrategia previa, buscó eliminar los obstáculos. Por desgracia,
el sitio era de espacio más reducido y los contenedores no lo hacían
fácil; existía el riesgo de que los prisioneros resultaran heridos en el
fuego cruzado.
Usando la cabeza, mientras alejaba las ráfagas lo
más posible de los chicos, dio un rápido vistazo a su entorno: Cadenas,
largas vigas suspendidas y tarimas aledañas a las salidas cercanas.
-Lo tengo- corriendo frente a los niños, hablo rápido…
-Cuando les diga, vayan hacia la tarima del lado norte- se alejó veloz después.
-¿Qué debemos hacer?
-No lo sé- respondió el que se había encarado a los robots- pero siento que está bien que confiemos en él.
-Pero…
-Hagámoslo, podría ser nuestra única oportunidad- finalizó.
Con
el impulso de su carrera, saltó hacia una de las vigas suspendidas con
cadenas, de una certera patada separó los seguros laterales,
convirtiéndolo en un péndulo gigante. Impulsando su peso, balanceó la
viga para dirigirla a uno de los contenedores mientras los guardias
seguían disparando sin tregua.
-¡Ahora!
-¡Ya escucharon, muévanse!
El
plan había resultado: El impacto abrió un agujero en dicho contenedor,
arrojando el líquido candente sobre toda la habitación, derritiendo a
las maquinas asesinas y convirtiendo la zona en un infierno. Sonic había
conseguido saltar hasta otra viga y dijo a los que habían conseguido
llegar a la tarima a salvo:
-¡Tienen un respiradero al lado!
-¡Entendido,
gracias viejo!- exclamó el valiente ladrón y guió a sus compañeros, ya
que sólo era cuestión de tiempo antes que los soportes fueran derretidos
por completo.
Poco a poco, los chicos avanzaron hasta la salida. Una bodega cercana a la zona de aterrizaje, ahí, fueron recibidos por 3
miembros de la resistencia: Un oso, un lobo y un erizo.
-No teman, los llevaremos a salvo de vuelta a Robotropolis, rápido, nuestra nave está cerca.
No dudaron ni un segundo en seguir a los rebeldes, pero otro tomaba rumbo de regreso al respiradero.
-Manic, ¿adónde vas?- la niña del altercado lo tomó del brazo.
-Debo volver por él- respondió.
-No, ven, por favor...
-Naty, no puedo dejarlo, se arriesgó por nosotros.
-Te lo ruego.
-Descuida, seguro hablas de mi sobrino, un erizo azul. ¿No es cierto?
-¿Sobrino?
-Yo me encargo, escucha a tu amiga y váyanse- después de esto Chuck entró sin más hacia la ventilación.
-Vamos- Naty jaló de él y juntos entraron al transporte.
El
calor era sofocante, pequeñas flamas bailaban alrededor. Sonic en su
plataforma improvisada se encontraba sin salida una vez más; a pesar de
todo, su hazaña tuvo un buen final, salvó a los chicos evitado una nueva
tragedia.
-Papá…Mamá- dijo débilmente debido al calor y el
cansancio, arrodillado, a punto de precipitarse hacia el pozo mortal de
metal al rojo vivo- sé que estarían orgullosos, fue la mejor carrera de
todas.
Se desvaneció al instante.
"Hijo mío"
-¿Qué?
"Lo has hecho bien. Estoy tan orgullosa. Algún día serás un digno heredero al Trono de nuestro pueblo"
-¿Quién?
"Lo sabrás en su momento. No lo olvides: Te amo y espero ansiosa volver a tenerte en mis brazos"
-Ohh- gimió adolorido, recostado en lo que parecía ser el viejo sofá de su hogar.
-Tranquilo,
muchacho- el tío Chuck aplicaba una loción curativa en su brazo- Tienes
quemaduras en casi todo el cuerpo, no es grave pero dolerán un buen
rato.
-¿Tío Chuck? ¿Qué paso con…?
-¿Los prisioneros? Están a salvo; los dejamos en la plaza y tomaron su propio camino.
Después
de aplicar tratamiento a sus heridas, el mayor miró fijamente a la
chimenea sin emitir palabra, haciendo que el chico se sintiera culpable.
-Tío, escucha…
-No, tú escúchame: Fue una verdadera
locura. Cuando llegué estabas a punto de caer inconsciente, con fiebre,
quemado de pies a cabeza, yo…casi te pierdo.
Sonic bajó la cabeza, Chuck soltó un largo suspiro y prosiguió.
-Pero,
me demostraste que tienes lo que se necesita para luchar por nuestro
mundo. Debo reconocer que por temor te he limitado, es momento de
dejarte tomar un poco las riendas, sólo un poco.
El pequeño sonrió de oreja a oreja al escuchar y el tío acarició sus púas.
-Por cierto, ¿No sabes qué día es hoy?
-¿El día de hoy?
-Jeje,
lo imaginé- Chuck se agachó, sacando algo debajo del sofá: Un estuche
de tamaño regular que colocó en sus piernas y abriéndolo, mostró su
contenido… una guitarra eléctrica amarilla y roja, brillante y en buen
estado.
-Pero…
-Como sabes, Robotnik confiscó la mayoría
de instrumentos, pero encontré esta en el depósito de desperdicios. Tus
padres me encargaron especialmente que la reparara para este día.
-No lo entiendo.
-¿No lo recuerdas? Es 23 de Junio.
El erizo se mostró confundido.
*8 Años después
El
resultado de horas de práctica se demostró. Notas de gran complejidad y
rebeldía, libres como el espíritu de su intérprete, aunadas a una letra
llena de agresión, esperanza y una voz clara:
Now here we stand
with their blood on our hands.
We've fought so hard now can we
understand?
I'll break the seal of this curse if I possibly can
For
freedom of every man.
So far away we wait for the day
For the
lights are so wasted and gone
We feel the pain of a lifetime lost in a
thousand days
Through the fire and the flames we carry on.
Había
sido un desafío que tomó sin dudas. Nada parecía cambiar: dispuesto al
reto, sin límites en busca de ser el mejor, pero con un corazón lleno de
bondad, justicia. El niño había crecido para volverse un combatiente
más, nada fácil en un mundo de sombras; pero con la determinación de un
guerrero hasta el final.
-Feliz cumpleaños, Sonic- dijo Chuck después de su sesión.
-Gracias, Tío.
-¿Listo para la misión?
-Claro, ya saqué un poco de tensión.
-El objetivo se encuentra a 500 metros, estás a 5 minutos.
-Entendido, tío.
-Buena suerte, muchacho.
-¡Ja!, esos robo-tontos son los que deben cuidarse.
Como
anticipo, Chuck se adentró a la construcción de una nueva base en el
lado sur de la ciudad, muy cerca de los bastiones rebeldes de la zona.
-¡Hola!
Los guardias voltearon a la vez en dirección al intruso.
-Atención: acceso no autorizado en zona de carga, disparen a discreción.
Las
ráfagas iniciaron de inmediato, pero el erizo se movió entre el fuego
con gran agilidad, una danza feroz de velocidad, dispuesto a recuperar
la vida que Robotnik tomara como rehén de sus ambiciones de conquista.
-Buen intento, pero olvidan algo: Sonic is my name, Speed is my game.
Y
con esto, embistió a los robots cercanos dando inicio a un nuevo
combate por la liberación de su planeta, lucha en la que no se
encontraba solo, de modo que nunca antes imaginó.
Consciente de
los sacrificios que pueden existir, pero listo para seguir adelante
entre la oscuridad y el dolor, al servicio de causas más poderosas. Formado entre el fuego y las llamas de un mundo tiránico, camina un gran príncipe.
FIN