Fanart: C_Hir0
El maestro de los Chilli Dogs
Por Gabriel Manrique
Era un día soleado, en
las cercanías de Emerald Coast. Sonic se encontraba como vendedor en un
puesto de perros calientes, usando uno de esos largos sombreros de chef.
— Siempre supe que este sería mi trabajo ideal — dijo el erizo
con una sonrisa — ¡Chilli dogs bien calientitos! ¡Cómprelos aquí! —
vociferaba.
Había una hilera de gente esperando para comprarle.
Sonic preparaba la comida a una velocidad increíble y se la daba a los
clientes, quienes se iban contentos. En eso, apareció una tejón para
comprar.
— ¿En serio? ¿Al autor no se le ocurrió algo mejor? —
preguntó la chica — Este empleo se le ocurriría a cualquier niño de
jardín de infantes.
— A mí también me da gusto verte, Sticks — dijo Sonic con cara de aburrimiento — ¿De qué vas a querer tu perro caliente?
— De salsa de lodo.
— ¿Qué cosa?
— ¡Ah! ¡Y no te olvides de ponerle mayonesa! — dijo la tejón con los ojos estrellados.
— Puaj… Como quieras, creo que hay algo de lodo en ese charco de ahí.
Luego de preparar la comida de Sticks, ella se retiró y detrás apareció un chacal negro con una extraña máscara plateada.
— Buenos días — dijo el cliente — ¿Qué salsas tienen?
— ¡¿Infinite?! — exclamó el erizo sorprendido.
— Hola, Sonic. Tiempo sin vernos.
— ¡¿Qué quieres aquí?! — dijo en posición defensiva.
— Vengo por mi almuerzo, claro — dijo Infinite con voz calmada.
— ¡P-pero somos enemigos! ¡Hiciste daño a mucha gente!
—
Eres un tipo rencoroso, ¿te lo han dicho? — dijo el chacal con los
brazos cruzados — Con mostaza y papas fritas estará bien. Gracias.
—
Hmph… Como quieras — dijo el erizo con una gota de sudor en la frente
y, luego de unos segundos, le trajo el pedido. Infinite tomó el perrito
caliente y se fue volando con su aura tenebrosa — Este será un largo
día…
En la tarde, Sonic llegó al taller de Tails, quien se
encontraba arreglando el control remoto que se había roto luego de una
nueva caída.
— Creí que estarías trabajando — dijo el zorrito.
— Me despidieron — dijo el erizo desplomándose en el sillón.
— ¿Qué? ¿Pero cómo es posible? ¡Era tu trabajo favorito!
— Es que… Verás, ahí me pagaban el almuerzo. Me permitían comer hasta cuatro chilli dogs por día, y bueno…
— ¿Cuántos te comiste? — preguntó el zorrito con una ceja levantada.
— Yo… — el erizo se llevó una mano detrás de la cabeza y sonrió excusándose — 30
— ¡¿Qué?! — exclamó Tails — ¿Cómo pudiste comerte 30 chilli dogs?
—
Me conoces. Tenía hambre. Quemo millones de calorías al correr — dijo
el erizo, y su estómago resonó de nuevo — Este… ¿De casualidad no
tendrás por ahí una hamburguesa?
— Por el amor de Chip… — suspiró el zorrito con resignación — Veré qué hay en el refri…
— ¡Con mayonesa! ¡Porfa! — Tails se marchó hacia la cocina, dejando solo al erizo — Al menos me pagaron el día…
Pasaron
unos minutos, y ahora Sonic se encontraba leyendo la parte de búsqueda
de empleo en el diario, mientras que con la otra mano se llevaba una
jugosa hamburguesa a la boca. Por su parte, su paciente amigo leía un
libro de cómics de Archie.
De pronto, el erizo dejó la comida y se concentró en un aviso en especial. Lo leyó en voz alta:
—
Oye Tails, mira esto. “Se busca reemplazo temporal para cuidar la
Master Emerald. Tiempo completo. Para quienes gusten del aire libre y la
comida natural. Comunicarse al siguiente número…” — el erizo reaccionó —
¡Pero si es Knuckles!
— ¿No te habías dado cuenta? — levantó el zorrito la ceja.
—
Si, pero pensé que era una broma o algo así. ¿Por qué querría un
sustituto? Él es el guardián más obstinado que conozco — sospechó Sonic.
— A lo mejor solo quiere unas pequeñas vacaciones — dedujo Tails.
— Tal vez. De cualquier manera, es mi oportunidad. Aquí dice que paga bien.
— Pues adelante, pequeño saltamontes — se burló su amigo.
—
Ja, ja… — se mofó Sonic — Ya verás que termino siendo mejor que
Knucklehead. ¡Prepárate, gema gigante! ¡Tu próximo guardián está aquí!
Continuará.
Hola a tod@s:
Espero que les esté gustando este fanfic de nuestro amigo Gabriel. ustedes también pueden participar si lo desean en los Viernes fans enviando sus escritos, vídeos, dibujos... ¡lo que quieran! Nos leemos pronto y les deseo que tengan un feliz fin de semana.
Saludos, Rinoa83.
