CALENDARIO: "Emociones en Twinkle Park".

Hola a tod@s:

El mes de julio está protagonizado finalmente por las grandes amigas, Cream y Blaze. Espero que les guste esta pequeña historia que tengo preparada para ustedes y les deseo una agradable lectura.

Un saludo, Rinoa83.

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En la casa de Cream...

"Estoy tan contenta de que haya podido quedarse por unos días, señorita Blaze," dijo Cream ofreciéndole un poco más de té. "Es una lástima que el Sr. Silver haya tenido que volver a su época tan pronto después del cumpleaños del Sr. Sonic."

"Sí, la verdad es que es una pena," deleitándose con su bebida favorita. "Tienes que comprender que es un guardián de su tiempo, y tiene obligaciones. Eso me recuerda que yo también debería marcharme a mi dimensión. Tu madre y tú habéis sido muy amables acogiéndome en vuestra casa, pero ya es hora de que cumpla con mi deber como guardiana de las Esmeraldas del Sol."

"Lo sé," respondió tristemente la conejita. "Ojalá pudiera quedarse sólo hasta mañana para que pudiéramos pasar la tarde juntas. ¡Me gustaría enseñarle tantas cosas de nuestro mundo!"

"Cream, no debes poner en un compromiso a las personas," le advirtió su madre. "En otra ocasión tal vez podríais ir a Twinkle Park y divertiros las dos."

Blaze miró a Vanilla con curiosidad. ¿Qué era eso de "Twinkle Park"?

"Disculpe, Vanilla,"  dijo dudosa Blaze. "¿Podría explicarme a qué se refiere con lo de Twinkle Park?"

"¡Oh, es un parque de atracciones fabuloso!" gritó Cream entusiasmada. "Está en Station Square, no muy lejos de aquí. Y hay puestos de comida, juegos, globos..."

"Eso suena muy divertido," rio Blaze. "Tal vez podamos dar una vuelta antes de irme. ¿Qué te parece si nos vamos un rato las dos juntas... Con su permiso, claro." 

"Por mí no hay inconveniente," dijo Vanilla sonriente. "Divertíos."

"¡Viva!" gritó Cream acompañada de Cheese quien también se apuntaba a la escapada.  

En Twinkle Park...

Blaze estaba totalmente absorta con lo que veía a su alrededor. Jamás había estado en un parque de atracciones como ese y se sentía un poco mareada con tantas luces y la elevada música que salía de la multitud de puestos que las rodeaban. Todo el mundo se veía feliz y reían, los niños, las parejas, los padres... Sentía una sensación muy cálida en el pecho y una sonrisa se le formó en los labios al ver a todas aquellas personas despreocupadas y dichosas. Aquí no había monstruos, o piratas que quisieran acabar con toda aquella fantástica diversión. Ojalá pudiese quedarse mucho más tiempo en este mundo para ver todas aquellas maravillas que se estaba perdiendo.

"¿Quiere subir a la montaña rusa? ¡Se llama Twinkle Coaster! ¡Es ésa de allí!" dijo señalando a una enorme vía que subía y bajaba serpenteando, mientras una fila de vagonetas la cruzaban a toda velocidad. Blaze se puso medio enferma nada más de mirarla.

"Eso está un poco alto, ¿no crees?" dijo sudando frío. "Ya sabes que le tengo miedo a las alturas."

"Lo siento, se me había olvidado," dijo Cream apenada. "Es que la Srta. Amy me dijo que hay una piedra maravillosa a la que puedes pedir un deseo si la encuentras. Me dijo que ella y el Sr. Sonic subieron muchas veces hasta que la encontraron. ¡Al final resultó ser una Esmeralda del Caos!"

"¡Chao! ¡Chao!"

"¿Y qué hicieron con ella?"

"Me dijo que la dejaron donde estaba para que otras parejas pudieran pedir sus deseos. ¡Yo también quiero encontrarla para pedir el mío!" dando pequeños saltitos de entusiasmo.

"Aparte de que me parece una gran irresponsabilidad por parte de ambos, me temo que te han engañado. Las esmeraldas no sirven para pedir deseos, Cream." dijo con un gran suspiro. "Las esmeraldas son poderosas a su manera, pero no creo que puedan conceder deseos. Lo siento."

"Bueno, pues entonces..." dijo pensativa. "¿Dónde quiere ir?"

"Podemos empezar por ir a comer algo, y de camino, vamos viendo qué otras atracciones hay que no me den tanto miedo. Seguro que aquí podemos hacer muchas cosas juntas, muy divertidas, que no impliquen subir muy alto."

"¡Vale!" dijo risueña como siempre. "¡Vayamos a la zona de restauración!"

"¡Chao!" 

Ambas pidieron dos raciones de patatas, hamburguesas con queso y bebidas. Para Cheese compraron varias frutas Chao y empezó a devorarlas con fruición. Estuvieron comentando cuánto se habían divertido en la fiesta de Pascua con Silver como en el cumpleaños de Sonic. Recordar esos buenos momentos hacía que Blaze se sintiese más viva que nunca, pues pocas veces en su mundo podía tener un minuto de descanso al tener tantos deberes y obligaciones siendo una princesa imperial. No es que estuviera quejosa de la vida que le había tocado vivir, pero estar rodeada de tan buenos amigos era algo que la reconfortaba de una manera que no podía explicar. Además, todos eran muy amables con ella, y no porque fuese alguien importante, sino por ser ella misma. 

"Sé dónde podemos ir," dijo de repente Cream sacándola de sus pensamientos. "En la zona este hay un enorme castillo lleno de juegos. Puede ir a pie; aunque la montaña rusa la atraviese en un tramo."

"Eso me suena más razonable," dijo sonriente. "Al menos podemos hacer algo que no implique subirse por sitios altos. ¡Vamos!"

Cuando llegaron allí algo extraño estaba sucediendo. La gente estaba huyendo despavorida de la dirección hacia la que se dirigían ellas. Blaze frunció el ceño y empezó a correr para ver qué era lo que estaba espantando a la gente de aquel lugar. Cuando llegó, vio con horror como las máquinas del Dr. Eggman estaban destrozando el lugar en busca de algo o alguien. Blaze apretó los puños con fuerza e invocó a las llamas que ardían en su pecho. Cream llegó unos cuantos minutos más tarde volando con sus orejas para quedarse horrorizada por tal espectáculo.

"¡Oh, no! ¡Tenemos que detenerlos antes de que destrocen el parque!"

"¡Chao! ¡Chao!"

"¡De eso nada, Cream!" le gritó. "Tu madre me dejó al cargo y no puedo dejar que te pase nada; así que te quedas atrás y me esperas a la salida como una buena chica."

"¡No soy una niña indefensa!" gritó enfadada. "¡También puedo ser de ayuda!"

"Sé que eres una chica valiente, pero son demasiados incluso para mí. ¡Hazme caso!"

Cream apretó los puños con fuerza y se le saltaron las lágrimas por la rabia. Sin embargo, se dio media vuelta para marcharse... aunque no iba a hacerle caso a Blaze. ¡Iría en busca de la Esmeralda del Caos! ¡Sabía exactamente dónde encontrarla porque se lo había dicho Amy!

"Seguramente estos robots están aquí para encontrar la esmeralda," se dijo Blaze con el ceño fruncido. "¡Son unos irresponsables! ¿Cómo Sonic ha sido capaz de dejar una cosa tan importante a la vista de su peor enemigo?" Se lanzó hacia delante envistiendo a un grupo de Egg Pawns. "Bueno, me encargaré yo misma de esta crisis."

Mientras, Cream volaba a toda velocidad por encima del Twinkle Coaster hasta llegar a la zona donde estaba ubicada la tan ansiada joya. Miró a su alrededor y al fin pudo ver un destello multicolor con los últimos rayos del atardecer. Amy tenía razón, estaba incrustada en la pared y tiró con todas sus fuerzas para sacarla. Rodó por el suelo del impulso y la admiró por un momento. Era tan hermosa con ese brillo dorado que no se lo pensó dos veces y, a pesar de lo que dijese Blaze, le pidió su deseo a la Esmeralda.

"Por favor, quiero ser mucho más fuerte para poder ayudar a la Srta. Blaze a acabar con los robots del Dr. Eggman." dijo apenas en un susurro para sí misma. "Necesito que me entregues tu fuerza para que los malos no consigan ganar."  Cream abrió los ojos con sorpresa al ver que la gema empezó a brillar con más intensidad en respuesta a su humilde plegaria. 

Por su parte, Blaze estaba rodeada por un grupo de robots y se concentró para provocar una gran llamarada a su alrededor que los destruiría a todos en un momento. Sin embargo, no sabía cómo volvían a aparecer en masa. ¿De dónde provenía esa cantidad de seres metálicos? ¿Cómo de grande podía ser el ejército del Dr. Eggman? Le estaba costando bastante mantener el ritmo para no dejarlos pasar de las murallas del castillo, pero se estaba volviendo una misión imposible estando sola. Ojalá alguno de sus amigos estuviese allí, pero no podía rendirse ahora si no quería que la gema cayese en malas manos. Su respiración se volvió algo pesada y entonces aguzó el oído.

"¡Aguante, Srta. Blaze!" dijo la voz de Cream desde las alturas volando a toda velocidad hacia ella. Cheese venía a su lado intentando mantenerse a su altura y aleteaba con sus alitas todo lo rápido que podía. Cuando ambos llegaron hasta donde se encontraba la gata, ésta frunció el ceño con enfado.

"¡Creí haberte pedido que te alejaras de aquí!"

"¡No soy una cobarde y este también es mi mundo!" respondió Cream con soberbia. "¡No voy a permitir que luche sola! ¿Verdad, Cheese?"

"¡Chao!"

"Cream..." dijo sorprendida. "Muy bien, pero haced lo que yo os diga. Debemos coordinarnos entre los tres para encontrar el origen de los robots pues, hasta que no descubramos de dónde proceden, no acabaremos con todos ellos."

"¡De acuerdo!" dijo decidida.

Ambas salieron corriendo a través de las hordas de robots, pateando y golpeándolos a su paso para encontrar el núcleo de origen de aquella infestación. Cream lanzaba con sus enormes orejas a Cheese como si fuese una bola de bolos, derribándolos, mientras que Blaze se dedicaba a carbonizarlos con sus llamas y dejarlos inservibles. Vieron al fin un enorme transporte que sobrevolaba por encima de sus cabezas, dejando caer más badniks hacia ellas. Tenían que ocuparse primero de aquella colosal nave si querían parar al ejército de Eggman. Blaze se mordió el labio al ver a qué altura se encontraba y miró a Cream que no tenía un atisbo de duda en su mirada. Cuando creciera sería una gran guerrera y una enorme aliada para la Restauración. 

"No queda más remedio que subir hasta allá arriba," dijo seria. "Subamos a uno de esos vagones en cuanto pase para alcanzar la parte más alta de la montaña rusa; eso te permitirá lanzarme hacia el transbordador con mayor facilidad que desde el suelo."

"Pero, ¿y su vértigo?" 

"No hay tiempo para debilidades," dijo con decisión. "Tenemos que ser fuertes, Cream."

"Bien," asintió con convicción. 

Blaze, Cream y Cheese, subidos a un vagón empezaron a correr a través de las vías con sus subidas y bajadas hasta que llegaron al punto más alto del Twinkle Coaster. Cream empezó a mover sus orejas con energía y tomó de la mano a Blaze para impulsarla por los aires. Luego ésta invocó a sus llamas para envolver su cuerpo y propulsarse hasta el interior del transbordador. Una vez allí lo hizo volar en pedazos para acabar con las hordas de robots de Eggman. Cream la rescató al vuelo, posándola suavemente en el suelo para seguir destruyendo a los pocos esbirros que quedaban en el parque. Una vez que se aseguraron de que ya no existía amenaza, se sentaron cansadas pero satisfechas en un banco. Justo en ese momento escucharon una voz familiar a sus espaldas.

"Parece que he llegado un poco tarde esta vez," dijo Sonic alegremente. "Buen trabajo, chicas."

"¡Señor Sonic!" dijo emocionada Cream. "¡Si me hubiese visto luchar!"

"Sonic," dijo Blaze seria y encarándolo. "¡¿Cómo se os ocurre dejar una Esmeralda del Caos tirada a la vista de cualquiera?! ¡Si no llego a estar aquí el Dr. Eggman podría haberla conseguido sin mucho esfuerzo! ¡Sois unos inconscientes!"

"Don't worry!" dijo pasándose un dedo por debajo de la nariz. "Siempre vengo a echarle un vistazo para saber que está segura. Además, ¿y qué que Eggman la consiga? ¡Es una aventura emocionante recuperarla!" rio ante la indignación de la gata que no podía creer el pasotismo del erizo.

"Señorita Blaze," dijo con timidez. "No hay de qué preocuparse, la Esmeralda está aquí conmigo."

"Cream, ¿de dónde la has sacado?" preguntó la gata asombrada.

"Lo siento. En vez de hacerle caso, fui a buscarla para pedirle a la Esmeralda que me otorgara su poder. ¡Y me lo concedió!"

"Cream, la Esmeralda..." se cortó al notar la mano de Sonic en su hombro.

"La Esmeralda del Caos sintió que necesitabas su poder, ¡y te lo mereces!" dijo Sonic guiñándole un ojo cómplice. "¡Me hubiese encantado verte en acción repartiendo leña entre esos trozos de chatarra! Ahora voy a llevarte a tu casa, pues se ha hecho tarde y tu madre estará preocupada por las noticias."

"Además, tengo que irme ya a mi mundo," dijo Blaze con una sonrisa tímida. "Me lo he pasado muy bien con todos vosotros. Volveré en alguna otra ocasión, os lo puedo asegurar."

"Gracias, Srta. Blaze," dijo abrazándose a ella. "Yo también me lo he pasado muy bien estos días. La echaré de menos."

"Sonic, ¿puedo confiar en que llevarás a Cream sana y salva a su casa? ¿Y que te encargarás de ocultar la Esmeralda mejor?" dijo en un tono serio. 

"Of course!" dijo tomando a Cream entre sus brazos. "En cuanto a la Esmeralda del Caos, creo que la llevaré al taller de Tails para que la guarde de forma más segura. Sé que no debimos dejarla aquí a la vista de todos, pero tampoco quería defraudar a Amy... Por otra parte, ¡estaba esperando un momento así para tener algo de acción!"

"No pienso discutir," suspiró. "Sois un grupo extraño. En fin, me voy."

"Adiós, Srta. Blaze," dijo con las lágrimas saltadas.

"Mejor decirnos: ¡hasta luego!" la corrigió Sonic para animarla. "¡Nos volveremos a ver!"

"¡Hasta luego!" dijo Blaze sacando de su bolsillo una Esmeralda del Sol para convocar su poder y desaparecer en un resplandor dorado. 

"¿Estás lista, peque?" le advirtió Sonic. "Ahora vais a sentir la verdadera emoción de la velocidad, mucho mejor que cualquier montaña rusa. Agarraos fuerte porque salimos en tres, dos, uno... ¡YA!"

Cream abrazó fuertemente a Cheese entre sus brazos mientras era transportada por Sonic a velocidad supersónica. ¡Era súper emocionante ver pasar el paisaje en un borrón de colores entremezclados como en una pintura! Se lo había pasado muy bien ese día, y se alegraba de que hubiera podido pedir su deseo a la Esmeralda. Esa noche soñaría con todo lo que vivieron y le contaría a todos cómo ayudó a librar a Station Square del ataque de Eggman. 

FIN