Aquellos maravillosos años... ¡Nuestros cumpleaños!

¡Ay, la infancia!

Quién pudiera volver a aquellos años en los que la única preocupación en la vida era ir al colegio, estudiar y jugar con los amigos. Deseando que llegaran las vacaciones de verano, ir a casa de los abuelos, ver a tus primos... Pero lo que sin duda echo de menos son aquellos cumpleaños con los compañeros del colegio y los vecinos.

Al ser hoy el cumpleaños de Sonic, me ha venido el recuerdo de aquellas tardes en las que yo también celebraba el mío con 8 años. Síp, soy ocho años mayor que Sonic (¡qué vieja!). Así que quiero contarles cómo eran los cumples en España en la década de los 80-90, ya que después se empezaron a popularizar los parques infantiles, o celebrarlo en un restaurante de comida rápida (hamburguesería o pizzería).

En los años 90 éramos mucho más caseros y se celebraba con un pequeño grupo de amigos más allegados; aunque también estaban los vecinos de tu edad que los invitabas casi siempre por compromiso. 

Dependiendo del nivel económico de cada familia se podía hacer una gran fiesta o simplemente se compraba una tarta (pastel/torta), o si caía en verano el cumpleaños celebrarlo con una tarta helada.

En mi casa era una cosa intermedia, yo no invitaba a la gente a comer como había algunos que les ponían un almuerzo e incluso la cena. Nosotros hacíamos una pequeña merienda como se ve en la foto; aunque se puede decir que era bastante abundante para aquella época.

Había una serie de alimentos típicos que no podían faltar en la mesa del cumpleañero/a.

LAS PATATAS FRITAS

Había de muchas clases, pero sobre todo las de arriba eran las favoritas en los cumpleaños. Las típicas chips de freiduría; las onduladas que incluso tenían sabores como jamón, jamón york y queso; las ruedas de patatas que nos encantaba meterle la punta de la lengua y enseñársela al que estaba a tu lado; los ganchitos que te dejaban los dedos naranjas, o las "cortezas de cerdo" que en realidad eran de maíz (¡qué timo!). Había más tipos, como unos anillos de maíz llamados Triskys que sabían súper bien y me encantaban.

LOS SÁNDWICHES

También dependía mucho del gusto del que cumplía años, pero los normales eran de chorizo con una base de margarina; los de Nocilla (la Nutella de aquella época) que la había de sabores como chocolate con avellanas, chocolate y leche, fresa; los sándwiches de paté... y he dejado el más polémico de todos para el final. No sé por qué las madres se empeñaban en comprar mortadela con aceitunas cuando a casi nadie le gustaba. Siempre te veías algún niño en pleno cumpleaños quitando las aceitunas en una servilleta de papel porque no las soportaba. Todo un clásico.

LAS BEBIDAS

Esto dependía en gran medida del bolsillo de los padres. Por aquellos años la marca Coca-Cola era bastante cara y se echaba mano de lo más local, La Casera (marca española). Y si no te podías permitir marcas, pues era la marca blanca del supermercado de tu barrio. También estaban los batidos de fresa, vainilla y chocolate. La mejor marca era la de Okey, sabían muy bien y casi no quedaba. Digo casi, porque muchos preferían el chocolate y casi a ninguno les gustaba los otros sabores y siempre sobraba.

Con respecto a las bebidas, muchas madres optaban por comprar la Casera sin cafeína. Los españoles podemos estar orgullosos de ser los primeros en quitarle la cafeína a un refresco de cola antes que la propia Coca-Cola. Mis padres iban más a lo loco y nos daban Coca-Cola con su cafeína y todo, para aguantar sin dormir toda la noche, ¡jajaja!

Siempre le he escuchado a la gente la expresión "La Casera del osito", y por fin encontré una publicidad de 1980 con el famoso osito de la Casera anunciando la bebida sin cafeína. No recuerdo si alguna vez la compraron mis padres; pero seguramente lo harían tras una noche de insomnio.

LA DECORACIÓN DE LAS TARTAS

En aquellos años había 3 cosas que estaban muy de moda. Una era las bolitas de caramelo que veis en la imagen que, por cierto, estaban súper duras; todavía, a día de hoy, dudo que eran comestibles. Las que más odiaba eran las rosas de mantequilla (buttercream) que estaban pringosas y sabían raras; además pensaba que eran de nata y me llevaba el chasco (desilusión). Y las flores de oblea que son la típica masa que se utiliza en la misa cristiana para hacer las hostias consagradas. No sabían a nada, pero al menos no eran tan pegajosas como las de mantequilla. Aparte estaban las guindas (esas volaban), o las letras de chocolate haciendo el nombre del cumpleañero.

Hoy en día hay tartas personalizadas o se utiliza más la pasta azucarada llamada Fondant. Son mucho más artísticas; pero dudo que estén tan buenas como las de aquellos años cubiertas de nata o chocolate, con ese suave bizcocho relleno de mermelada. 

GOLOSINAS, CARAMELOS Y CHUCHERÍAS

Y aunque parezca un poco extraño, cuando acababa la merienda, era típico repartirles a tus amigos una bolsa con varios tipos de chucherías como las que veis en la imagen. Ahora que pienso en ello... parece alguna clase de extorsión, ¡jajaja! Nah, es broma. Venían por propia voluntad porque nos lo pasábamos muy bien y más si había comida y juguetes nuevos de por medio.

Eso es lo que se comía típicamente en las casas; aunque ya digo que dependía un poco de la economía de cada familia, si se podía permitir hacer un gasto tan grande de invitar a tanta gente y ofrecer tanta variedad.

Después sé que había casas que se decoraban con cadenetas de papel y globos, pancartas... Pero ya veis que en mi casa no montaban tanta parafernalia para un ratito que duraba la merienda. Eso sí, las fotos para la posteridad no podían faltar y había que aprovechar el carrete para poder llevarlo a revelar a la casa de fotografía porque eran en papel y no digitales, así que hacían montones de fotos... ¡y me daba mucha vergüenza! Siempre te hacían posar con la tarta o la foto grupal con todos los invitados.

Y, por supuesto, no podía faltar la colección de cintas de cassette con los éxitos de ese año. En los 90 triunfaba un programa infantil llamado Xuxa Park y nos sabíamos todas sus canciones mis amigas y yo. Después nos íbamos a jugar a la habitación, mientras las madres se podían al fin sentar un rato tranquilas para tomarse el café y probar la tarta.

Me encantaría conocer cómo celebraban o celebran su cumpleaños en sus países, quizás tenemos muchas cosas en común o les ha sorprendido algunas viejas costumbres españolas. Ya digo que hoy en día es mejor despreocuparse y llevar al niño a comerse una pizza o una hamburguesa con sus amigos, que montar una fiesta más íntima en tu casa (que después hay que limpiar). 

Bueno, ¿han adivinado quién soy en la fotografía? 😊 

Espero sus respuestas. ¡Un saludo!